
Me presento
Me llamo Thaïs Borri Bas, y con ese nombre he renacido tres veces por ahora, y le voy cogiendo el gusto.
Empecé construyendo una vida aparentemente correcta según criterios sociales. En esa vida estudié Pedagogía y Bellas Artes, y trabajaba en temas de gestión y coordinación en entidades sin ánimo de lucro relacionadas con educación y ecología, vivía con una pareja estable y me iba a casar. Una vida muy «ordenada», hasta que de repente el caballero dijo adiós. Todas las expectativas del ego se derrumbaron, los miedos y temas pendientes salieron a la luz, y entonces escogí “morir”. Fue un gran regalo, aunque necesité un tiempo para comprenderlo.
La segunda vida se construyó poco a poco pero desde otro sitio, desde la libertad y la inocencia de volver a ver el mundo con otros ojos, como si fuera un tablero nuevo para jugar y la ficha de juego, yo misma, pudiera ser diferente en cada momento. La crisis fue dolorosa, pero supe buscar lo bueno que traía la situación, y el regalo fue esa conexión interna y una inmensa paz. Aprendí a disfrutar de todos los días y agradecer todo lo bueno que había en mi vida y que antes daba por supuesto. El camino estaba trazado… o no.
La tercera vida llegó más suave gracias a la intuición conseguida, dando espacio a la expresión artística que reclamaba atención. Me formé en Ilustración, Diseño gráfico, Feng Shui y empecé a trabajar como ilustradora, diseñadora gráfica y pintora mural decorativa. Estos trabajos también me han permitido disfrutar de mis habilidades creativas, aportar belleza a la gente, y muchas horas de silencio, escucha interna y conectar conmigo y grandes referentes de la consciencia.
Salir de las inercias del sistema me ayudó a cuestionar muchas más cosas sobre cómo vivir la vida. Experimenté una gran revolución interna, espiritual y energética con formaciones, lecturas y experiencias, la creación de algunos libros ilustrados relacionados con el autoconocimiento, obra artística, así como algunos intentos de proyectos que buscaban compartir espacios de paz y armonía interna con otras personas. Con los años estas inquietudes no dejaron de ganar espacio…
Y ahora me encuentro en mi tercer gran reinicio recogiendo todos los aprendizajes vitales para ponerlos al servicio de otras personas que necesitan encontrar su paz y conectar con sus creativos potenciales. Combinando los diferentes aprendizajes y conocimientos facilito espacios y experiencias especialmente vinculadas al arte ya una vida sana, tranquila y coherente, deseando que cada vez más gente encuentre su voz interior, su brújula vital que les aporte claridad, y es atrevan a construir de nuevo su vida sobre valores y autenticidad, sin miedo, con alegría y confianza.
El arte ofrece grandes cualidades para establecer este diálogo con nuestra parte más inconsciente y poder leernos visualmente, aflojando patrones y creencias. Y el contacto y conocimiento de la naturaleza nos inspira y recuerda que somos parte de la vida que es. Arte y naturaleza les entiendo como espejos que podemos utilizar para elevar nuestro nivel de conciencia y comprensión de qué somos, de vivir de acuerdo con las leyes de armonía, generación y transformación que están presentes en todo.
Sueño con un mundo de personas serenas y auténticas que han encontrado lo especial que las hace únicas y lo comparten con valentía y alegría para dar riqueza a la vida, y que hacen de su vida su mejor creación.